lunes, 29 de septiembre de 2014

Minas

Minas es el fanzine en el que trabajé en mis ratitos libres desde mayo hasta agosto, en medio de la vida facultativa y el trabajo. Disfruté muchísimo hacerlo, fue realmente terapéutico evitar ponerme a leer apuntes para hacer esto. No seguí una consigna de estilo particular; más bien me dejé jugar: con la tinta, con más o menos exageración en los gestos y nivel de detalle, dependiendo de qué me parecía adecuado para cada dibujo (situación.) Como consecuencia no hay tanta cohesión a lo largo de la revista, pero, francamente, me importa un bledo. ♥

Dejé afuera el cómic que va adentro (ya lo postearé aparte) y un par de dibujos que posiblemente mejore para una próxima re-edición. O no.



La imagen del prólogo.
























About the future homeless.


La tapa final!


sábado, 13 de septiembre de 2014

Detrás de la pizarra

En octubre del año pasado empecé a planear mi comic Pizarra, terminándolo en el verano. En mayo lo posteé, y la idea era postear también todo el trabajo que hubo detrás de él y dejar un registro (amo los registros), pero no tuve tiempo para ponerme a escanear cosas ni a organizarlas. Ahora, sin embargo, sí!

Comencé plasmando las imágenes que tenía en la cabeza. Al principio pensaba hacerlo en colores, así que los boceteé también. Además pensaba hacerlo narrado en primera persona; lo que está escrito es todo lo que se me ocurría que podía ir, y los recuadros eran lo que elegí. (Al final no narré nada con palabras!)


Pruebita de la exploradora:



La habitación en la que sucede lo importante.


Como quería que hubieran elementos de Buenos Aires y de la Patagonia (mis dos lugares), tuve que ponerme a estudiar un poquito, paseando, y mirando fotos. Claramente me fue mejor con las montañas.


Eventualmente llegó el momento de plantear bien no solo qué quería contar sino cómo quería contarlo. Para hacer comics -o lo que sea- siempre hago un storyboard primero. No soy muy buena con las palabras, así que si puedo evitarme escribir choclos de texto, lo hago (igual escribí choclos de texto, pero como complemento/terapia/divagues existenciales. Como ahora. Shutting up now.)




"Rotring, líneas finas." Quizás debí hacer caso a esa idea original; después de hacer este comic descubrí por qué nadie usa lápiz para hacer las líneas. Solo gente como Jorge Gonzalez puede hacerlo. 


Me esforcé bastante en que la línea final trasmitiera lo mismo del boceto, pero hay cosas que quedaron mejor ahí, como siempre.


Eventualmente tuve que hacer un plantado escrito de todo el comic, porque estaba acumulando hojas de story sin ningun tipo de organización. El escrito me ayudó mucho a diseñar las viñetas de cada página (y... bueno, descubrir cuántas páginas me iba a tomar hacer esto.)


Gajes de que tu viejo sea maestro mayor de obras y vos seas una obse:



No tenía mucha idea de cómo iba a estructurar la página del beso, pero me acordé de cómo hace las cosas Craig Thompson en Blankets y me ayudó mucho:


Finalmente boceté todo el cómic en A5 :D Lo mandé a algunos amigos para que hagan de lectores de prueba. El capo de Diego Aballay me dio una manito para cambiar algunos paneles dudosos y que la historia fluya mejor.






Convertí a azul todas las páginas del comic bocetado, las imprimí en A4 y me puse a dibujarlas encima con lápiz. Con 4 y 5B. No, no fue una buena idea.


Hice un par de pruebas a color. Primero una prolija. No me gustó, contradecía el clima de la historia. (Sin contar que si la hacía a color iba a tardar 3000 años.)
 También me puse experimental; quería emular lo que hizo Dave Stewart con las acuarelas de Duncan Fegredo en A Midnight Circus (Hellboy.) Hice una prueba rápida con un boceto:

Eh, nope. Terminé decidiendo usar solo acuarelas azules, y añadir rojo cuando fuera necesario. Supongo que tenía grabado en el subconciente el haber leído Blue's the warmest color, de Julie Maroh. (Lo mejor de ese libro es el color.)



Como consecuencia de usar lápiz negro se me manchoneó todo, trayéndome muchos dolores de cabeza limpiando en photoshop. En un punto me harté y decidí re-entintar con la tableta los lugares más afectados.




Tadaaaaá.

También tuve que suplantar paneles que hice mal (nunca hagan un comic en acuarela en hojas que no sean de acuarela #boluda), o que no me convencían, y los tuve que hacer en una hoja aparte, como este:


Postal del verano. Aguante el aire acondicionado.


En conclusión, aprendí muchísimo haciendo esto, y hacerlo fue en parte tortuoso ("noterrrminomaaaaás"), pero en parte una de las cosas que más disfrute de mi verano. Así que para terminar, unos panelcitos que me gustaron: